por Julián Paniagüa | Mar 4, 2016 | Blog Julián Paniagüa, Casos Clínicos y Consejos
¿QUÉ ES EL EMBARAZO PSICOLÓGICO?
También denominado pseudogestación o falsa preñez, términos más acertados que el conocido “embarazo psicológico”, ya que en realidad, no se trata de una enfermedad mental, sino física, debido a una disminución de los niveles de progesterona y aumento de prolactina.
Este trastorno es transitorio, en hembras que no han quedado preñadas.
En la Naturaleza es un proceso normal, puesto que las hembras que la padecen ayudarán en la cría de otros cachorros de la manada.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Suelen aparecer a las 6-8 semanas de haber terminado el celo, adoptando una actitud propia de una perra recién parida.
Se produce, con mayor frecuencia, en perras de más de 2 años, que no han sido montadas ni preñadas y con un alto instinto de reproducción y/o maternal. En otros casos, aparece después de una monta fallida.
Los síntomas más frecuentes son: inapetencia, nerviosismo, adopción de objetos (peluches,…), inflamación de las mamas y secreción de leche.
Si se prolonga en el tiempo, puede derivar en mastitis.
Normalmente una perra que ha sufrido una vez de pseudogestación la seguirá padeciendo después de cada celo.
¿TIENE TRATAMIENTO?
Es importante acudir a consulta para evitar que la leche acumulada provoque una mastitis.
El tratamiento consiste en la administración de derivados ergolínicos que disminuirá la secreción de prolactina y con ello, la producción de leche.
Con el tratamiento adecuado, los síntomas desaparecen en 1-2 semanas.
Deberá evitarse todo estímulo externo, como el lamido de las mamas y la retirada de los objetos que consideró como crías (peluches, zapatos,…).
¿SE PUEDE PREVENIR?
Es un error pensar que cruzando a la hembra se solucionará el problema, porque “necesiten” psicológica o físicamente ser madres. El cruzarlas no evitará que padezcan las pseudogestaciones.
La única forma de evitar este tipo de trastorno es la castración.
por Julián Paniagüa | Mar 4, 2016 | Blog Julián Paniagüa, Casos Clínicos, Casos Clínicos y Consejos
Así quedó la extremidad posterior derecha de DUQUE, un precioso ejemplar de bull terrier enano después de saltar una valla de unos dos metros de altura. Como se puede observar, el foco de la fractura es oblicuo (fractura en pico de flauta) y se localiza en el tercio medio de la tibia (fractura diafisaria).
El tratamiento recomendado, por supuesto fue la cirugía, ya que esta raza y a esta edad (1 año), es muy difícil de mantener en reposo y la inmovilización mediante vendaje o fibra de vidrio resulta muy incómoda para el animal.
Las fracturas de tibia tienen la ventaja de ser fáciles de abordar quirúrgicamente, puesto que este hueso no está rodeado de mucha masa muscular. Por otra parte, tiene el inconveniente de ser un hueso poco vascularizado, por lo que la cicatrización ósea es más lenta.
Las posibilidades para este tipo de fracturas son varias, incluyendo la colocación de fijadores externos, clavo intramedular, cerclajes, tornillo de compresión interfragmentario, placa de sostén o combinación de estas técnicas. No se recomienda colocar la placa en compresión dinámica, ya que al apretar los tornillos, se produciría un desplazamiento de los fragmentos en cizalla.
Como ya se ha explicado, es un animal muy activo y difícil de controlar, por lo que se decide colocar una placa de 3.5 mm combinada con un tornillo de compresión interfragmentario.
El protocolo anestésico utilizado fue:
Premedicación: meloxicam, marbofloxacino, dexmedetomidina y morfina.
Inducción: fentanilo y propofol.
Mantenimiento: isoflurano.
Al día siguiente de la intervención, DUQUE empezó a apoyar la extremidad, aunque lo recomendado en estos casos, como en casi todas las intervenciones quirúrgicas de fracturas óseas, es guardar reposo durante un mes.
por Julián Paniagüa | Mar 3, 2016 | Blog Julián Paniagüa, Casos Clínicos, Casos Clínicos y Consejos
Esta es “LOLA”, una schnauzer miniatura de 11 años de edad.
Acudió a la consulta porque orinaba sangre (hematuria) desde hacía algún tiempo. El estado general de la perrita era normal, aunque también tenía celos prolongados y más frecuentes de lo normal.
Se le realizó una ecografía abdominal para estudiar el sistema urinario, es decir, riñones, uréteres, vejiga y uretra. El diagnóstico diferencial de la hematuria incluye cálculos urinarios, infecciones (cistitis, piómetra), pólipos o tumores. En el caso de los machos, también hay que incluir los procesos que afectan a la próstata, tales como hiperplasia benigna, abscesos o tumoraciones
En la ecografía de la derecha, se pueden observar claramente tres cálculos esféricos de 1 cm de diámetro aproximadamente, alojados en la vejiga de la orina.
Estos cálculos son concreciones de las sales que se ingieren en la dieta.
Además, se revisó el sistema reproductor, ovarios y útero en busca de algún quiste ovárico que explicara los celos atípicos de “LOLA”.
Como demuestra la imagen de la izquierda, se observa un quiste de gran tamaño (1.74 cm) en uno de los ovarios.
Al día siguiente se citó a “LOLA” para ser intervenida quirúrgicamente.
La imagen de la derecha muestra la monitorización anestésica. Todos los parámetros se mantuvieron estables durante toda la intervención.
Primero se procedió a realizar la ovariohisterectomía para eliminar la infección de útero.
Éste es el aspecto del aparato reproductor de Lola. Se observa claramente la presencia de contenido en útero y el quiste ovárico en la izquierda de la imagen.
Después se extrajeron los cálculos de la vejiga de la orina.
A los diez días se le quitaron los puntos de sutura y Lola lleva una vida completamente normal.
por Julián Paniagüa | Feb 24, 2016 | Blog Julián Paniagüa, Casos Clínicos y Consejos
Es una enfermedad parasitaria grave que afecta a las células sanguíneas de los perros. Está causada por un protozoo denominado Leishmania infantum, que se transmite exclusivamente a través de la picadura de un mosquito llamado flebotomo. Este mosquito transmite la enfermedad en épocas calurosas, es decir, desde febrero-marzo hasta octubre, aunque en nuestra región puede tener actividad casi todo el año.
Se trata de una enfermedad extremadamente grave, ya que no existe tratamiento curativo para ella.
¿Cuáles son los síntomas?
Son muchos los síntomas con los que se puede manifestar la enfermedad, y se pueden dar aislados o combinados varios de ellos. Por regla general se distinguen dos grupos de síntomas que dan nombre incluso a dos tipos de Leishmaniosis:
• Leishmaniosis cutánea: afecta sobre todo a la piel. Se caracteriza por pérdida de pelo, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y nariz. También pueden aparecer heridas por toda la superficie corporal.
• Leishmaniosis visceral: afecta a órganos como riñones, hígado, bazo, etc.
En ambos casos se produce pérdida de peso, a veces sin pérdida de apetito. Cuando la enfermedad se hace crónica, el cuadro se complica, dando síntomas relacionados con insuficiencia renal.
¿Se puede prevenir la enfermedad?
Afortunadamente, ha salido al mercado una nueva vacuna que protege a nuestras mascotas frente a esta enfermedad. Se recomienda la utilización de un test rápido de diagnóstico serológico antes de la vacunación. Si el test es negativo, puede iniciarse la primovacunación.
Primovacunación: tres dosis subcutáneas.
La primera dosis puede administrarse a partir de los seis meses de edad.
La segunda y tercera dosis se administran a intervalos de tres semanas.
Posteriormente, sólo es necesaria una revacunación anual.
Más información en www.virbac.es
Mi perro tiene leishmaniosis, ¿y ahora qué?
No existe tratamiento curativo, pero si la enfermedad se detecta a tiempo, se puede instaurar un tratamiento para que no muestre síntomas y tenga buena calidad de vida. Así mismo, los animales enfermos tendrán que realizarse analíticas periódicas para un mejor control de la enfermedad.
¡ NOVEDAD¡ VACUNA CONTRA LA LEISHMANIOSIS
¿Qué puedo hacer para proteger a mi perro? |
Puesto que la infección se transmite a los perros por la picadura de flebotomos infectados, la mejor protección consiste teóricamente en la prevención completa del contacto con estos insectos parecidos a mosquitos durante toda la vida del animal. Pero esto es casi imposible llevarlo a la práctica para los perros que viven en las áreas endémicas.La reducción de los hábitats de los flebotomos, reducción del contacto físico manteniendo a los perros en el interior de casa desde el atardecer hasta el amanecer (horas de actividad de los flebotomos) y la utilización de insecticidas sobre los perros (sprays, productos tópicos, collares repelentes, etc.) eran las únicas medidas de protección existentes hasta ahora.Ahora disponemos de un nuevo nivel de protección para los perros. Durante 20 años, los científicos han estado trabajando con tecnologías de vanguardia para proteger a los perros frente a este parásito mortal. Ahora, y por primera vez, hay una vacuna contra la leishmaniosis canina disponible en Europa.
En la C. V. ORIPPO, te informaremos sobre la vacunación contra la leishmaniosis canina.Tu veterinario es la persona ideal para consultar los mejores métodos de protección contra la leishmaniosis canina para tu perro. Tu veterinario es el único que conoce los detalles acerca de tu perro para recomendarte el mejor sistema de protección adaptado contra la leishmaniosis canina. |