por Julián Paniagüa | Mar 4, 2016 | Blog Julián Paniagüa, Casos Clínicos y Consejos
El parto es la culminación exitosa de la gestación; en perras dura de 58 a 63 días y en gatas de 60 a 65 días, pudiendo extenderse en ambas especies hasta los 68- 70 días. La duración de éste periodo dependerá de factores individuales y raciales.
¿CUÁNDO SERÁ EL MOMENTO DEL PARTO?
Alrededor de una semana antes del parto el animal está inquieto, hiperactivo, escarba rincones y comienza la preparación del lugar donde tendrá a la camada, aumentando toda esta actividad las 12- 24 horas previas. Algunas hembras incluso disminuyen el apetito.
Los síntomas de nacimiento inminente se inician con una importante disminución de la actividad de la hembra; la temperatura desciende hasta los 37⁰C.
¿CÓMO SERÁ EL PARTO?
El parto puede dividirse en cuatro fases:
1. Fase de preparación: durante esta etapa el animal se muestra nervioso, va de un sitio para otro y se lame continuamente.
2. Fase de dilatación: las contracciones son cada vez más frecuentes e intensas, haciendo que el cachorro pase por el canal del parto hacia la vulva.
3. Fase de nacimiento: los cachorros y las placentas son expulsados con la contracción uterina y la ayuda de contracciones abdominales. Una vez nacido el cachorro, la madre procede a su higiene rompiendo las envolturas fetales por medio del lamido y removiendo los líquidos y envolturas que pudieran estar obstruyendo las vías respiratorias externas. El lamido fundamentalmente lo hace en la zona abdominal para limpiar y estimular la circulación sanguínea del cachorro.
En el caso de los cachorros nacidos débiles o muertos, después de intentar su reanimación y no lograrlo, la madre los separa del resto de la camada, los esconde, los entierra o en muy raras ocasiones los ingiere (quizá por la necesidad de incorporar sustancias hormonales y nutritivas perdidas durante la gestación).
Después del nacimiento de un cachorro hay un periodo variable de reposo en la perra, que es seguido de otro ciclo de trabajo para un nuevo alumbramiento. Las alteraciones en las condiciones medioambientales de la parturienta, personasextrañas, animales u otros elementos que distraigan la concentración del animal pueden hacer poco efectivo el trabajo de la hembra.
4. Fase placentaria: la última fase del parto corresponde a la expulsión de la placenta. Después de la expulsión del cachorro se producen nuevas contracciones que provocan la eliminación de la placenta; elemento que la parturienta ingiere por el gran valor nutritivo de ésta.
¿QUÉ PROBLEMAS PUEDEN APARECER EN EL PARTO?
La hembra puede tener un parto laborioso o difícil; es decir, que no puede llevarse a cabo sólo con las fuerzas de la madre sino que necesita de la intervención manual o instrumental del veterinario.
Que esto se produzca puede ser por distintas causas:
1. Medio ambiente: cuando la hembra es molestada cuando va a parir.
2. Maternas: la conformación de la cadera no permite el paso de los cachorros
3. Alteraciones fetales, tanto de volumen como de posición en el útero.
4. Contracciones defectuosas del útero.
¿QUÉ DEBO HACER SI SE PRESENTAN PROBLEMAS?
En el caso de que la hembra lleve 2 ó 3 horas entre dos expulsiones sin éxito en la segunda, debemos acudir al veterinario para comprobar ante qué problema nos encontramos y que éste valore el tratamiento.
por Julián Paniagüa | Mar 4, 2016 | Blog Julián Paniagüa, Casos Clínicos y Consejos
¿QUÉ ES EL EMBARAZO PSICOLÓGICO?
También denominado pseudogestación o falsa preñez, términos más acertados que el conocido “embarazo psicológico”, ya que en realidad, no se trata de una enfermedad mental, sino física, debido a una disminución de los niveles de progesterona y aumento de prolactina.
Este trastorno es transitorio, en hembras que no han quedado preñadas.
En la Naturaleza es un proceso normal, puesto que las hembras que la padecen ayudarán en la cría de otros cachorros de la manada.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Suelen aparecer a las 6-8 semanas de haber terminado el celo, adoptando una actitud propia de una perra recién parida.
Se produce, con mayor frecuencia, en perras de más de 2 años, que no han sido montadas ni preñadas y con un alto instinto de reproducción y/o maternal. En otros casos, aparece después de una monta fallida.
Los síntomas más frecuentes son: inapetencia, nerviosismo, adopción de objetos (peluches,…), inflamación de las mamas y secreción de leche.
Si se prolonga en el tiempo, puede derivar en mastitis.
Normalmente una perra que ha sufrido una vez de pseudogestación la seguirá padeciendo después de cada celo.
¿TIENE TRATAMIENTO?
Es importante acudir a consulta para evitar que la leche acumulada provoque una mastitis.
El tratamiento consiste en la administración de derivados ergolínicos que disminuirá la secreción de prolactina y con ello, la producción de leche.
Con el tratamiento adecuado, los síntomas desaparecen en 1-2 semanas.
Deberá evitarse todo estímulo externo, como el lamido de las mamas y la retirada de los objetos que consideró como crías (peluches, zapatos,…).
¿SE PUEDE PREVENIR?
Es un error pensar que cruzando a la hembra se solucionará el problema, porque “necesiten” psicológica o físicamente ser madres. El cruzarlas no evitará que padezcan las pseudogestaciones.
La única forma de evitar este tipo de trastorno es la castración.
por Julián Paniagüa | Mar 4, 2016 | Blog Julián Paniagüa, Casos Clínicos y Consejos
¿QUÉ ES LA LEUCEMIA?
La leucemia es una enfermedad vírica, altamente contagiosa, que afecta a la especie felina. Provocasupresión de la médula ósea y del sistema inmune, y la aparición de tumores espontáneos.
¿CÓMO SE TRANSMITE?
La transmisión suele producirse mediante el contacto directo con un animal enfermo, mediante la saliva, al compartir platos de comida y agua, acicalarse mutuamente, utilizar areneros comunes o por mordeduras en peleas. Es menos común la transmisión a través de heces, orina o pulgas. El virus de la leucemia felina no sobrevive en el entorno. Es sensible a todos los desinfectantes y detergentes normales.
El virus también puede ser transmitido por la madre a los gatitos durante la gestación y, después de nacer, a través de su leche.
No se transmite a otras especies ni a personas.
Tras la exposición al virus, pueden ocurrir tres situaciones diferentes:
– Recuperación: el animal supera la enfermedad y se recupera completamente.
– Infección latente: el animal no presenta sintomatología y puede no ser infeccioso para otros animales pero con posibilidad de sufrir una reinfección por estrés o inmunosupresión.
– Viremia persistente: el animal no consigue superar la enfermedad y es infeccioso para otros animales.
¿QUÉ SÍNTOMAS PRODUCE?
La gravedad de la enfermedad dependerá, entre otros factores, del estado inmunológico y edad del animal.
La leucemia puede provocar signos clínicos muy variables:
– Tumores: el más frecuente el linfoma.
– Anemia.
– Inmunosupresión: por tanto están predispuestos a padecer infecciones secundarias (neumonías,…).
– Enfermedad de la piel: infecciones bacterianas o úlceras.
– Otros: diarrea hemorrágica, vómitos, úlceras en boca, falta de apetito, pérdida de peso, abortos,…
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
El diagnóstico de la enfermedad se lleva a cabo mediante la realización de un test rápido, sólo se necesita un poco de sangre del animal y en 20 minutos tenemos los resultados.
¿TIENE TRATAMIENTO?
No existe tratamiento que elimine el virus de la leucemia felina. Se aplica un tratamiento de soporte, el cuál se basa por un lado en combatir los signos clínicos (antibióticos, antieméticos, transfusión sanguínea,…); y por otro lado en un tratamiento inmunomodulador (estimula la respuesta inmunitaria) mediante la administración de Gamma-interferón (5 inyecciones como mínimo). Este último tratamiento tiene el inconveniente de tener un coste elevado.
RECOMENDACIONES
La prevención de la enfermedad se lleva a cabo mediante la vacunación. De cachorro se le administran dos dosis separadas por 20 días y de adulto un único recuerdo anual.
Otras precauciones consistirían en evitar que nuestro gato entre en contacto con otros gatos callejeros, poner el arenero dentro de casa, al igual que el bebedero y comedero para evitar que otros gatos lo utilicen,…
En gatos enfermos de leucemia se recomienda repetir el test después de 1-3 meses para saber si se ha recuperado completamente. Aún así se deben realizar un test anualmente para descartar una infección latente.